Gracias, bufones
Los bufones gozaban de una libertad de expresión exclusiva. Podían decirle al rey a la cara lo que le petara. Se mofaban de él escondidos en su irrelevancia, en ser la última mierda de la corte. «Costumbre antigua de príncipes, tener cerca de sí locos para su entretenimiento. Quizá permisión de Dios, para que si […]