Las matemáticas no aman, pero tampoco fallan:
En la Comunidad de Madrid no va a haber un gobierno progresista esta legislatura. Si alguien dijera que puede haberlo, mentiría. Las opciones progresistas sumaron 64 escaños el 26 de mayo y son necesrios 67 para la investidura.
En la Comunidad de Madrid no va a haber un gobierno «de centro derecha liberal« esta legislatura. Quien dice que puede haberlo, miente. Las opciones de centro derecha liberal (siendo generosos en la definición de Ciudadanos y PP-Madrid) sumaron 56 escaños el 26 de mayo y para ellas también son necesarios 67.
En la Comunidad de Madrid puede haber un gobierno de la derecha y la extrema derecha homófoba, machista y xenófoba. Es lo que están intentando PP y Ciudadanos aunque Ciudadanos intente evitar la foto, como si lo grave fuera el teatro con el que se explican los hechos y no los hechos. Cuando Ciudadanos se negó a firmar el compromiso con el Orgullo de no gobernar con la extrema derecha sólo podía tener una razón: que querían gobernar con la extrema derecha. Salvo que Ciudadanos reconozca su identidad con los fanáticos del odio, sería un gobierno cuyos apoyos tendrían grandes dificultades para avanzar por sus grandes diferencias políticas. ¿O no?
En la Comunidad de Madrid puede haber un gobierno transversal de regeneración democrática tras 25 años de casos de corrupción, golpes a la democracia y campañas electorales adulteradas con financiación ilegal a manos del PP de Madrid. En la Comunidad de Madrid puede haber un gobierno transversal de defensa de las libertades y los derechos de los madrileños y de las madrileñas que ataca Vox. Sería un gobierno en el que se tendrían que encontrar fuerzas con enormes diferencias políticas, por lo que no cabe duda de que no se podría avanzar en aspectos esenciales (económicos, sociales…) pero al menos se podría sanear la Comunidad de Madrid y se defendería la democracia y las libertades.
Las leyes prevén la repetición de elecciones (o los plenos de investidura sin candidato) para situaciones excepcionales que hagan imposible alcanzar una investidura sin grandes cataclismos. Fue lo que sucedió en 2003, por ejemplo, cuando dos corruptos hicieron imposible una mayoría y unas nuevas elecciones darían una Asamblea de Madrid sin esos corruptos.
No es lo que sucede en 2019: en 2019 lo único que sucede es que Ciudadanos no acaba de entender que no se puede hacer una tortilla sin romper los huevos. Si Ciudadanos quiere un gobierno de derechas con la extrema derecha, los madrileños se darán cuenta por mucha retórica infantil que emplee Ignacio Aguado. Si Ciudadanos no quiere un gobierno de derechas con la extrema derecha, tendrá que sentarse a hablar con fuerzas democráticas aunque tenga grandes diferencias ideológicas con ellas.
Si Ciudadanos no quiere hacerse mayor, habrá elecciones de nuevo y los madrileños irán a votar por enésima vez por la sencilla razón de que dieron la llave a una fuerza inmadura e irresponsable que sigue queriendo estar en misa mientras presume de lo bien que repica las campanas.