Uno de los libritos que más veces he regalado es Las leyes fundamentales de la estupidez humana, un cuaderno divertidísimo pero sobre todo muy inteligente del economista italiano Carlo M. Cipolla. En él define al estúpido como aquel que hace daño a otros sin beneficio propio o incluso en perjuicio propio. El estúpido es mucho más peligroso (por imprevisible) que el malvado, que es quien hace daño a otros pero al menos lo hace en beneficio propio.

Ayer resultaba imposible encontrar dirigentes de PP, ERC, PDCat o de Ciudadanos argumentar en qué beneficiaba a los ciudadanos haber tumbado los presupuestos. Económicamente beneficia a algunos (las grandes fortunas que verán sus impuestos congelados) pero perjudica a la infinita mayoría de españoles directamente; y tampoco queda bien decir que uno defiende a los millonarios frente al 99% de la población: esas cosas se hacen, pero no se dicen.

Que a PP y Ciudadanos les daba igual el bienestar de los españoles quedó en evidencia cuando tumbaron la expansión de la senda de déficit que autorizaba la UE y proponía el Gobierno (como habría hecho cualquier gobierno de cualquier país): pero PP y Ciudadanos bloquearon que hubiera miles de millones de euros que ayudaran a los españoles a vivir mejor por puro interés partidista: si los españoles vivimos mejor, la oposición es más difícil, así que que se jodan los españoles. Si cabe señalar felones, ahí tenemos algunos.

Más sorprendente es la cerrazón de PDCat y ERC. No sólo porque con su voto millones de catalanes vivirán objetivamente peor. Sino porque los argumentos que dan son un disparate. Claro que hace falta arrojo y diálogo para solucionar el conflicto catalán. Por supuesto que es una vergüenza que se pida que estén en la cárcel tantísimos años unos dirigentes políticos que han podido cometer graves errores pero que nadie mínimamente humano puede pensar que es justo (ni beneficioso para España, por cierto) que tengan penas equivalentes a un asesino.

Incluso se podría entender que antepusieran esas razones democráticas a las razones materiales desde un punto de vista moralista que olvide que las necesidades de nuestra ciudadanía no son poco urgentes. Está bien. ¿De verdad algún dirigente catalán piensa que hoy está más cerca el diálogo político y la solución a Cataluña que ayer? Lo que hoy tenemos abierto es la certeza de unas elecciones en las que puede (o no, pero puede) abrirse la Moncloa a tres partidos nacionalistas y autoritarios que deteriorarán la autonomía catalana todo lo posible (a día de hoy aseguran que la destruirán). Y los presos… saben perfectamente que si PP, Vox y Ciudadanos gobiernan se pudrirán en la cárcel y probablemente en la cárcel más lejana a las casas de sus familias.

Volviendo a Cipolla (siempre hay que volver a Cipolla). PP y Ciudadanos son, según el esquema del economista italiano, malvados: han hecho daño a millones de españoles que vivirán peor que si se hubieran aprobado los presupuestos; pero lo han hecho en provecho propio, para sacar tajada electoral. Pero ERC y PDCat han demostrado simple y llana estupidez. Enhorabuena.