Decía ayer mi buen amigo Jorge Caplan que si él fuera Pedro Sánchez diría «¿Acaso tengo pinta de Premio Nóbel de Economía? Pues eso, mi tesis está flojita«. Pedro Sánchez no es Joseph Stiglitz ni Thomas Piketty ni tiene por qué serlo. Ni siquiera es Manuel Azaña o Pericles, ni tiene por qué serlo. Es Pedro Sánchez, un presidente del Gobierno cuyas tres principales virtudes son haber sucedido a un Gobierno del PP, por lo que toda comparación lo coloca en los altares; haber sido acosado por el aparato del PSOE, por lo que cobra la credibilidad que el PSOE había perdido; y tener sólo 84 escaños, por lo que es mucho más receptivo a adoptar propuestas ajenas que el PSOE nunca ha aceptado cuando ha gobernado con más fuerza.

El intento desesperado del PP (político-mediático) por elevar la tesis de Pedro Sánchez a caso es completamente suicida. Probablemente la tesis de Pedro Sánchez no sea nada del otro mundo pero hasta ahora nadie ha mostrado nada que sea un ataque a la universidad como sí lo es la trama de títulos falsos de los másters de la Rey Juan Carlos, o el regalo de media licenciatura de Derecho en cuatro meses mientras se es diputado autonómico (tarea que lleva unas horitas, lo puedo asegurar).

Lo más que han hecho entre ayer y hoy algunos medios y periodistas especializados a construir trampantojos (titulares escandalosos tras lo cual no hay absolutamente nada) es acusar de plagio con tres datos absolutamente inocuos.

-Se dice que años después de la tesis apareció un libro fundamentalmente con los contenidos de la tesis firmado por el propio Pedro Sánchez y otro señor que hoy trabaja en el Real Madrid. Lo cual es perfectamente normal; que el otro señor hubiera ejercido de negro de la tesis de Sánchez es algo de lo que hasta ahora nadie ha aportado el menor indicio aunque se haya puesto como titular de una exclusiva de una web basura.

-Se dice que hay párrafos copiados de informes gubernamentales sin dar más detalles que que no se entrecomillaba ni citaba. Lo cual sería una chapuza que debería haber sido corregida en su momento salvo que suponga un volumen importante de la tesis, algo que no sabemos porque los «periodistas de investigación» que dicen haber accedido a la tesis no desarrollan la información ni dan detalle alguno. Pero, vamos: si es cierto (que es imposible saber), mal. No se copian textos ocultando que es una cita y menos en un trabajo académico. Eso no se hace.

-Se titula que se plagió artículos de otros autores aunque luego se explica que estaban citados aunque se cuestiona que fueran citados correctamente («Sánchez incluyó una cita trampa, en la que decía que «para un análisis más detallado» se podía consultar el artículo plagiado»). Se suele decir que copiar un texto es plagio, pero copiar muchos es un trabajo de investigación. En ningún caso citar incorrectamente (si hubiera sido así) sería un escándalo a poner en la misma mesa que la trama de la Rey Juan Carlos sino, todo lo más, un chascarrillo de barra de bar.

Pues vale. Eso es lo que tienen tras una orgía de búsqueda de mierda que tape la participación aparentemente delictiva de Pablo Casado en una trama universitaria de títulos falsos; lo cual es más sorprendente por innecesario tras haber demostrado, él sí, una capacidad para el Derecho asombrosa: al líder del PP tapoco se le pide ser Hans Kelsen, pero a alguien capaz de hacer la mitad de la licenciatura de Derecho en cuatro meses mientras se trabaja, sí.

Lo que hizo Pablo Casado en el máster es análogo a lo que hizo Carmen Montón y está fuera de la política. Lo que hizo Pablo Casado en la licenciatura no tiene comparación conocida.

Es absolutamente insostenible.

El PP (político-mediático) está demostrando la histeria de quien se sabe acorralado. Pablo Casado es un fraude andante. Y cuanto más tratan de demostrar que en todas partes cuecen habas más obscena es la cantidad de puchero que se han zampado en Génova 13 desde tiempos inmemoriales. No hay un solo español con nombres y apellidos (incluidos tertulianos, columnistas y cargos públicos del PP) que hayan dicho que sí, que cree que Casado estudió la licenciatura de Derecho correctamente y que también cree que hizo lo necesario para obtener limpiamente el máster.

Lo peor para el PP es que no les ha sorprendido que Pablo Casado sea un fraude. Lo peor es que lo eligieron cuando toda España (y ellos más que nadie) sabían que Pablo Casado era un fraude. Y no les importó, no les pareció un obstáculo. Necesitan hacer este ridículo para salvar a Casado. Y lo que está haciendo el PP es enterrarse con él.