A Manuela Carmena nadie le mandaba meterse en este follón a su edad. Manuela Carmena decidió aceptar presentarse a alcaldesa de Madrid en 2015 en vez de disfrutar de la jubilación. Tuvo la generosidad de sacrificar años de descanso y ocio, de familia y tiempo libre. En lo personal supongo que el único beneficio que ha obtenido es el inmenso cariño que le demuestra la gente de Madrid vaya a donde vaya.
En España y especialmente en Madrid, hay una corte de corruptos que no perdonan a quien hace política al servicio de la ciudadanía: somos percibidos como intrusos, que nos hemos metido en su finca particular y estamos toqueteando su vajilla. Son muchos años de poner lo de todos al servicio de quienes pagaban comisiones y tarjetas black. En junio de 2015 Manuela Carmena fue nombrada alcaldesa. Un par de meses después el pesebre mediático de la mafia que gobernó la ciudad de Madrid ya montó la primera campaña de persecución acusándola de haberse ido de vacaciones en familia a Cádiz; y de haber cogido una flor. Desde entonces no han parado.
Pero gracias a ese sacrificio, que no se nos olvide nunca, Esperanza Aguirre no es hoy alcaldesa de Madrid como habría sucedido si el PP o Begoña Villacís hubieran obtenido un escaño más.
Madrid estaba arrasada por décadas de gobiernos anclados en un modelo urbano de los años 60, cuando los tecnócratas franquistas equiparaban progreso a metros de asfalto y kilos de humo vertidos al aire. No era tanto una opción ideológica como la consecuencia de millones de euros de las constructoras al Partido Popular. El Madrid de las candidaturas olímpicas y las obras faraónicas generó la ruina que ha padecido Madrid pero financió campañas electorales y engordó los bolsillos de los sinvergüenzas.
La legislatura 2015-2019 no ha sido fácil y es evidente que el rumbo emprendido de modernización, reequilibrio y recuperación de la ciudad no habrá sido terminado en mayo de 2019.
El Ayuntamiento de Madrid es un inmenso trasatlántico que ya tenía comprometidas algunas importantes actuaciones del PP y al que llegaba el gobierno de Manuela Carmena en minoría entre otras cosas porque no eran muchos los madrileños que eran conscientes de que era posible que Esperanza Aguirre no fuera alcaldesa ni con el esperable apoyo de Ciudadanos. La inmensa deuda recibida ha sido otro lastre inmenso que ha ralentizado los avances que, sin duda, cada vez pueden ser mayores gracias a la drástica reducción de la deuda por la mayor eficacia y honestidad en la gestión y, también, gracias al cambio en el gobierno central que necesariamente levantará la bota con la que Montoro ha impedido a las ciudades que los españoles vivamos mejor. Junto a estas dificultades, la precaria mayoría en el pleno municipal no siempre ha sido preservada, habiendo quien a veces ha priorizado una lealtad colectiva a espacios políticos más pequeños y que probablemente no necesitaban tanto mimo como el que merecía Madrid, especialmente en un momento histórico para la ciudad como están siendo estos años.
Que Manuela Carmena repita como alcaldesa es una gran noticia para quienes queremos que nuestra ciudad siga avanzando, para que se respire aire más limpio: el aire físico y el aire moral. El PP y Ciudadanos y su pesebre periodístico harán lo posible para volver a entregar Madrid al fango y al humo. Entre 2015 y 2019 Madrid ha mejorado mucho; pero sobre todo Madrid ha puesto los cimientos para que en cuatro años más Madrid pueda culminar proyectos que suponen inmensos avances en modernización, en servicios públicos, en democracia, en movilidad europea, en cuidados, en fraternidad…
Que Manuela Carmena decida continuar pone un poquito más difícil a los corruptos volver a destrozar Madrid. Que Manuela Carmena decida continuar poner un poquito más fácil a Madrid seguir avanzando mucho más rápidamente. Y, eso sí, le pone a ella mucho más difícil descansar, disfrutar de su ocio y su intimidad y cuidarse, que es obvio que se lo tendría más que ganado. Mientras rabian la mezquindad, la corrupción y el pasado, toca dar las gracias por tanta generosidad personal con Madrid.