El viernes pasado asistí a la constitución del Foro Local de Chamberí. Es la concreción en mi distrito de una estructura participativa que se puso en marcha la semana pasada en todos los distritos de Madrid y que generará políticas para los barrios de Madrid a partir de la participación de sus vecinos.
En Chamberí vimos lo mismo que nos contaban que había pasado en el resto de distritos con dos rasgos muy importantes: mucha gente y muy variada. Este último rasgo es crucial: afortunadamente no participaron sólo activistas de toda la vida ni sólo gente cercana políticamente a Ahora Madrid.
Había activistas, claro que sí, gente vinculada a los movimientos que llevan años defendiendo el barrio, empresarios del barrio de diversos tipos, colectivos feministas, gente de partidos políticos muy diversos y sobre todo mucha gente común que quiere participar en los cambios para nuestros barrios en las diversas mesas de trabajo puestas en marcha. Esa fue la mejor sorpresa y la garantía de que la participación ciudadana en el gobierno de nuestros barrios, de nuestra ciudad, ha venido para quedarse.
Dentro de poco, además, lo que veremos todos son cambios en nuestros barrios que no sólo han dejado de responder a los sobres que tal o cual constructor dejara en la sede del partido, sino que además ahora son decisiones y preocupaciones de vecinos como ellos. Serán, pues, decisiones más democráticas pero, sobre todo, mejores decisiones.
Estos foros locales son lo que Esperanza Aguirre calificó en campaña electoral como «soviets de distrito». Quién sabe si esa fue la chorrada concreta que le hizo perder las elecciones. El caso es que sólo el PP decidió no participar en los foros: ojalá pronto se den cuenta de que es un nuevo desastre para ellos quedarse fuera de un espacio que nace con mucha fuerza y sólo puede crecer.
Lo que ridículamente llamaron «soviets de distrito», los foros locales, son parte de una forma de hacer política que ha llegado para quedarse. Quienes quieran volver a diseñar nuestros barrios de espaldas a los vecinos tienen garantizado que serán los vecinos quienes les den la espalda a ellos. Ellos sabrán.
¡Bravo! Esa es la manera de profundizar la democracia y hacer ciudadanía. ¡Ojalá cunda el ejemplo!