En los últimos meses un eje de discusión de la comunicación política de las fuerzas rupturistas ha sido “generar mayorías sociales”. Tenemos la oportunidad de generar una mayoría social que apueste por el cambio y ante esa responsabilidad histórica cabe reorientar la forma de hablar, los énfasis, los instrumentos y los significantes como medios para conseguir transformar el país. No se trataría de sacrificar contenidos sino de tomar conciencia de que la forma en que se han escenificado los conflictos políticos en los últimos 40 años sirve para el continuismo bipartidista, no para la ruptura democrática que ahora es posible y urgente. Por eso uno no tendría mayor dificultad en sacrificar la retórica izquierda-derecha, por ejemplo, siempre y cuando ello sirva para reforzar a los oprimidos, los de abajo, es decir, para reforzar la dialéctica izquierda-derecha aunque la llamemos de otra forma.

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