Para los más perezosos, la irrupción de Podemos se debe a que sale mucho en la tele. Personalmente creo que Pablo Iglesias (que es el único de Podemos que salía en medios de masas hasta el domingo) no sale mucho en la televisión. Y muy poco o nada en otros medios de masas como las grandes radios o le prensa impresa. Podemos sacó el domingo casi un millón y cuarto de votos. Lo cual quiere decir que su discurso tiene un importante impacto popular y que por tanto en algunos sitios ha tenido la aparición que le correspondía y en otros muchísima menos. La desproporción democrática no está en que aparezca Pablo Iglesias sino en la costumbre arraigadísimade que en los escaparates mediáticos sólo aparezcan el PP y el PSOE (o voceros suyos disfrazados de periodistas) y que cuando se ha roto en algunos programas de masas ese cerrojazo a la pluralidad no se ha hecho dando también la voz proporcional a gentes de Izquierda Unida. Quejémonos, claro, de que siguen sobrerrepresentados PP y PSOE en todos los espacios comunicativos, quejémonos de la práctica desaparición de IU en esos medios, perfecto. Pero no hagamos el ridículo.
No sé qué buscan en los programas de La Sexta y Cuatro en los que han invitado tanto a Pablo Iglesias. Supongo que lo mismo que cuando invitan a Julio Anguita. Desde luego si a mí me invitaran, iría. No tengo ni idea de qué buscan, pero me da igual: no se trata de qué quiere el poder sino de cómo aprovechar cualquier grieta para ensancharla. Hace tiempo que Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, etc han comprendido que la comunicativa es una batalla fundamental: no la única, obviamente, pero si una fundamental. Y que esa batalla no se gana desde ateneos ni desde espacios (como este mismo blog) que sólo leemos los propios (y no muchos propios). Dudo que hayan emprendido esa batalla contra IU. No hace muchos meses, en una escuela de formación de Jóvenes de IU, Pablo Iglesias y yo compartimos una mesa sobre comunicación. Las reflexiones de Pablo Iglesias sobre la batalla comunicativa fueron nítidas y las expuso para que las aprovecháramos. Del mismo modo que ayudaron a IU para que obtuviera el mejor resultado posible en las generales de 2011 y a Alternativa Galega de Esquerdas en las últimas elecciones gallegas.
No sé si Berlusconi, Roures y Lara se coordinaron para poner en marcha un plan para acabar con IU dando voz a Pablo Iglesias, aunque ciertamente me parecería poco inteligente. Menos inteligente aún les debe haber parecido a quienes llevan desde el domingo a las 23h diciendo que IU ha sacado un resultado excelente: si IU ha sacado un resultado excelente no sólo han fracasado quienes conspiraban contra IU sino que además han regalado un espacio nítidamente rupturista que según estas tesis no habría erosionado ni un ápice el crecimiento de IU. Fenomenal.
No sé qué pretenden La Sexta y Cuatro. No lo sé y me da igual. Lo importante es qué pretendemos nosotros. Tampoco sé qué buscaban Lara (dueño de Planeta y de La Sexta) y Polanco dando voz a Vázquez Montalbán. Pero lo que buscaran no palió que Vázquez Montalbán aprovechó el hueco para un discurso rupturista, el de entonces: no se le acusaba de ser un esbirro de Planeta y Prisa porque Planeta y Prisa le dieran voz.
Hay que conquistar espacios comunicativos de los que carecemos. En la izquierda no bipartidista esa es una carencia de casi 40 años y que nunca nos hemos preocupado de paliar. De lo poco que criticaría de la época de Anguita fue ese desdén por la comunicación de masas pensando que bastaba con la coherencia, la decencia, el diagnóstico correcto y las propuestas alternativas para alcanzar a las capas populares. Nadie hizo una revolución desde los ateneos. Es la revolución la que acerca la gente a los ateneos, nunca al revés.
Uno puede discrepar o no en aspectos políticos, discursivos u organizativos de Podemos, cómo no. Pero es innegable el éxito comunicativo de sus promotores. Cuando no tuvieron nada de eso además de lamentarse apostaron por montar su propio espacio, muy minoritario, en una televisión comunitaria de Vallecas. Así nació La Tuerka.
La batalla comunicativa como la cultural se debe organizar. Lamentarse está muy bien, pero sólo lamentarse conduce únicamente a la melancolía. La presencia institucional permite sin duda presionar para conquistar espacios comunicativos, fomentar proyectos populares y si los conseguimos por oscuras maniobras del poder lo que tendremos que hacer no es recluirnos en ateneos sino conseguir que les salga el tiro por la culata. Gramsci no denunciaba que el sentido común fuera de derechas como lamento fatalista sino como diagnóstico para saber que hay que hacer cosas para construir una hegemonía antagónica. Habrá cambios cuando modifiquemos el sentido común. Y eso mancha, claro que sí. Como mancha la presencia en ayuntamientos, en comunidades autónomas, en instituciones, en organizaciones en las que no todo es perfecto… Quien no quiera mancharse que se haga monje de clausura o pitufo gruñón.
La política transformadora es otra cosa. Es poner y aprovechar las condiciones para transformar. En todos los ámbitos y también en el comunicativo.
Hola Hugo,
comparto prácticamente todo tu análisis. Pero creo que, también en esto de la comunicación, hay que ver a la larga. No vale todo. No vale de cualquier manera. Por mucho impacto visual que se tenga, aparecer en tertulias cuasi fascistas, dándoles prestigio, ayudándoles a ganar share, apuntalándolas, etc. no es el camino…ni siquiera el medio.
Un saludo
[…] Fuente: https://www.martinezabarca.net/2014/05/28/salir-en-la-tele/ […]
[…] [Artículo publicado en el blog Quien Mucho Abarca] […]
[…] Salir en la tele, de Hugo Martínez Abarca […]
[…] Salir en la tele [OPINIÓN] […]
[…] los programas políticos de Cuatro, La Sexta e Intereconomía, decisión que tomaron, como cuenta Hugo Martínez Abarca, con el fin de “aprovechar cualquier grieta para ensancharla”: “Hace tiempo que […]
[…] -Salir en la tele, de Hugo Martínez Abarca https://www.martinezabarca.net/2014/05/28/salir-en-la-tele/#comments […]