En 2011, hace tres años, la federación extremeña de Izquierda Unida tomó una de las decisiones más discutidas dentro de IU de los últimos años: en la sesión de investidura se abstuvo, lo que dio el gobierno al partido al que más extremeños habían votado, que por desgracia era el PP. Personalmente no compartí esa decisión como no comparto mucho de lo que se ha hecho en Extremadura desde entonces.

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