Anda Solbes vendiendo un libro que ha debido de escribir en los ratos que le deja libre la tarea como consejero de Enel, la empresa italiana que se hizo con Endesa cuando Solbes era vicepresidente económico del gobierno. En las presentaciones del libro Solbes echa el muerto de la crisis a Zapatero. Cuenta Solbes, como autocrítica, que no debió seguir como ministro en 2008. Que él le dijo a Zapatero que la crisis que venía era morrocotuda y que en vez de empezar el shock neoliberal en 2010 había que adelantarlo suponemos al día siguiente del debate con Pizarro en el que negó con tanto éxito la crisis.
Forma parte de la estrategia del PP y PSOE (desde Aznar y Felipe González a Rajoy y Rubalcaba): en ningún caso hablar de la política económica que nos llevó a la crisis sino de si los recortes tuvieron que empezar antes o después, de si tenían que ser estos recortes u otros… pero nunca de la política económica previa a la crisis. Porque ahí estaban y están juntos como una piña. Sobre la burbuja inmobiliaria cabalgaron ambos, en parte porque el crecimiento aún ficticio era electoralmente rentable y en parte (en el caso del PP ya lo sabemos) por el reparto de sobres.
También estuvieron unidos como una piña en la burbuja de los macrogastos en infraestructuras: quedarán para el recuerdo el aeropuerto de Castellón, pero fue política de Estado (asumida por prácticamente todas las Comunidades Autónomas y muchísimos ayuntamientos) llevar el AVE a todas las provincias mientras se abandonaba el tren ordinario, asfaltar de autopistas todo el país e inaugurar horribles rotondas con variopintos monumentos en la entrada de cualquier pueblo. Sobre esa política se creció desde los 90 (con Solbes), esa política fue acelerada por el exitoso asesor de Telefónica y del Santander Rodrigo Rato y mantenida después de nuevo por Solbes. No conocemos a un sólo dirigente político que haya renegado o reconocido el error (propio) de haber arruinado al país: todos se centran en discutir quién gestionó peor la ruina, como si ésta hubiera llovido del cielo, como si lo anterior a la crisis hubiera sido un camino plagado de aciertos en cuyo final había un abismo por pura mala suerte.
Tampoco conocemos un dirigente político que lo esté pasando mal por la ruina a la que nos condujeron. Quien no sigue en primera línea política (empezando por Rajoy y Rubalcaba) está en tres o cuatro consejos de administración de las empresas que hicieron caja en aquellos años: como para arrepentirse. Sólo el pobre Camps espera en su escaño valenciano tiempos mejores, aunque no sean malos los que vive como diputado observador. Como una piña: nos condujeron al desastre como una piña. Solbes y Zapatero. Solbes y Rato. González, Aznar y Zapatero. Una piña que colgaba del pino cuyas ramas son el Santander, Sacyr, Endesa, Iberdrola, Bankia, BBVA, ACS, FCC… Es lógico que mientras hacen caja revisen críticamente sólo aquel periodo que está dificultando que la caja crezca a un ritmo tan obsceno como entonces.
Lo que carece de sentido es que nosotros nos fijemos si entre Solbes y Zapatero cruzaron informes o no. El problema no fue que Zapatero negara la crisis: el problema fue que Zapatero antes decía que estábamos en la Champions League de la economía. Como todos ellos.