El rey ha presidido, cuentan, una decena de Consejos de Ministros antes que éste. No lo recordamos porque eran todos Consejos de Ministros meramente simbólicos (el primero de una legislatura) o consejos sin especial trascendencia. Supongo que habría alguno que presidiera bajo el aura del consenso (igual el consejo siguiente al 23F, del 11M o algún consejo tras alguna catástrofe natural, qué sé yo). Nunca se había puesto al rey a presidir un Consejo de Ministros como el de hoy, en el que se anuncian recortes durísimos contra la ciudadanía (no contra la Casa Real) al grito de ¡Que se jodan! Se escenificará duplicando el Consejo de Ministros (un rato en Zarzuela, otro en Moncloa) pero la foto es la del respaldo a unas medidas antisociales de las que el gobierno es un mero transportista dado que se deciden en ámbitos ajenos sin ninguna legitimidad democrática.
La foto del rey presidiendo el Consejo de Ministros es la contrafoto del 23-F. Más allá de la verdadera implicación del rey, la escenificación en la madrugada del tejerazo ha sido durante 30 años el principal factor legitimador de la monarquía. La foto de hoy, presidiendo el Consejo de Ministros, es la foto del colaboracionismo, la foto de un rey presidiendo la aplicación de otra vuelta de tuerca de esta dictadura de los mercados que va machacándonos golpe a golpe. 65.000 millones que se quitan a parados, jubilados, funcionarios… para dárselo a los bancos cuyos dueños acompañaban al rey en su primer viaje tras Botsuana.
Supongo que a alguna luminaria de la comunicación se le ha ocurrido que esta foto podría transmitir que estamos en una crisis estructural que necesita unidad y altura de Estado. Eso se puede hacer cuando las instituciones son un factor de legitimación y cuando las medidas de respuesta a esa crisis estructural son unitarias o al menos responden al interés y deseo de una amplísima mayoría social.
Ninguna de esas dos circunstancias se da. Que no se responde al interés de la mayoría lo dejó claro la diputada Andrea Fabra que tradujo al lenguaje popular lo que Rajoy estaba diciendo en tecnócrata: Que se jodan, es lucha de clases y la vamos ganando.
Y la unidad de las instituciones ya no es un factor legitimador sino que simplemente contribuye a la caída de todas ellas. La crisis institucional es transversal a casi todas las instituciones: desde la monarquía al maltrecho poder judicial. La foto del rey presidiendo el Consejo de Ministros no ayuda a reforzar al Consejo de Ministros sino a debilitar aún más la de una monarquía que se desmorona junto al conjunto del régimen de la Transición cuyo fin han certificado quienes han arrancado el país a su pueblo para entregárselo obscenamente a intereses financieros internacionales.
La foto de hoy es la del abuelo de Juan Carlos, Alfonso XIII, con Miguel Primo de Rivera; es la foto del cuñado de Juan Carlos, Constantino, abriendo la puerta de Grecia a los coroneles: son fotos que muestran que la cúpula del sistema político no defiende al pueblo sino al poder; y ello arrastró en España y Grecia a la cúpula y al sistema político.
El rey presidirá el Consejo de Ministros del día en que se tramitan las órdenes golpistas para quitar al pueblo lo que se da a la banca. Es la foto de un régimen que se desmorona y que intenta morir matando.