Sirva, hoy, un homenaje a Salvador Allende. Y en su nombre a todas las víctimas de la alimaña recientemente muerta.

Sirva de vergüenza para quienes defendieron a la bestia chilena, pero también para quienes defienden a la bestia española y para quienes las defienden, vergonzosos, criticando a quienes critican y persigan que la memoria justa y veraz se imponga al recuerdo amable de una y otra bestias.