No es fácil saber por qué casos está en la cárcel Arnaldo Otegi. Ayer le absolvieron en uno de los casos: se le acusaba de haber organizado las loas a ETA por parte del público que hubo en aquel mitin de Anoeta que generó la penúltima esperanza de paz. Y entre el marasmo procesal uno no sabía si su absolución supondría su puesta en libertad ni, en caso contrario, por qué casos seguiría en prisión (en el vídeo de las conclusiones finales de Otegi en este juicio da la impresión de que él mismo sufre un poco de lío al respecto).

Según he ido deduciendo al caso finiquitado ayer se suman el caso Bateragune (la reunión en la sede de LAB en la que se fraguaban los posteriores documentos de la izquierda abertzale de rechazo a la violencia y por el que fueron detenidos Otegi, Rafa Díez Usabiaga, Miren Zabaleta,…) y el caso Herriko Tabernas. El caso Herriko Tabernas data de 2002 y ha sufrido muchos vaivenes. Pero mientras no haya sentencia parece imposible que haya presos preventivos ocho años después del comienzo de la instrucción. Y el caso Bateragune queda muy tocado a raíz del siguiente párrafo de la sentencia de ayer sobre el mitin de Anoeta que explicaba que “en el mismo se trata de la conveniencia y la necesidad de un proceso de diálogo y negociación para la resolución del conflicto de manera pacífica y democrática, todo ello con ausencia de ‘acciones y palabras de enaltecimiento o justificación del terrorismo de ETA o alabanza de sus miembros‘”. Eso sobre el mitin de Anoeta en el que otra gente sí enalteció a ETA y que inició un proceso que terminó de nuevo con bombas y asesinatos; la reunión en la sede de LAB no tuvo público que sirva de coartada apologeta ni hay posibilidad de asegurar que termine a bombazos como gustaría a algún iluminado mayor. Si la Audiencia Nacional y la Fiscalía se basaran en criterios jurídicos, es evidente que Arnaldo Otegi abandonaría la cárcel como de hecho la abandonaron hace tiempo otros procesados por aquella reunión.

Quienes volvemos a tener la esperanza de conseguir la paz (esperanza que por ser más minoritaria no es menos sensata que la que tuvimos muchos más en 2006) estamos de acuerdo en al menos dos demandas. A ETA se le exige la urgente declaración de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable. Al gobierno se le pide al menos la puesta en libertad de Arnaldo Otegi, que evidentemente puede fortalecer la opción de rechazo a la violencia, y que cuando la izquierda abertzale presente unos estatutos de un partido que se acojan a la Ley de Partidos y rechacen la violencia, como ha anunciado, no busque vericuetos jurídicos para impedir su registro que tanto bien haría a la normalización democrática vasca y española.

La sentencia de ayer es un punto de apoyo con el que empezar a mover el mundo. La izquierda abertzale no lo interpretará como un acto de independencia judicial como el resto de decisiones de la Audiencia Nacional, por lo que la sentencia debería alimentar la apuesta por la defensa pacífica de sus proyectos políticos. Si ETA esperara algo interpretable como gesto, podría vender esta sentencia como un pequeño triunfo previo que justificara su inaplazable comunicado; éste sería el gran punto de apoyo que hiciera inevitable la legalización de la izquierda abertzale tradicional.

Y el gobierno también tendría que tomar la sentencia como punto de apoyo y, si está decidido a continuar con casos tan sorprendentes como el Bateragune, que lo haga con Otegi en la calle: si no se ha fugado nunca, parece de ciencia ficción que lo haga ahora. Evidentemente lo pueden vestir de independencia judicial y fiscal. El mismo vestido bajo el que fabricaron imputaciones contra De Juana Chaos: ahora, Wikileaks mediante, sabemos que ya entonces Rubalcaba consideró un error aquella estrategia de dar alimento a la derecha nacionalista española a costa del Estado de Derecho. No parecería buena idea reeditar aquel error ahora con Otegi y más si consideramos las evidentes diferencias entre éste y aquél. Si no mintió Zapatero al decir que “los pasos de la izquierda abertzale no van a ser en balde” tiene una ocasión para demostrarlo.

Pinche aquí para ver el vídeo

Si te ha gustado, ¡compártelo!:

Facebook
del.icio.us
Bitacoras.com
Technorati
Wikio
Meneame
RSS
Print
PDF