Hay un grupo en Facebook que pide la rehabilitación del perfil en Facebook de Manuel Tapial, a quien recordaréis por participar en la Flotilla de la Libertad contra la que Israel cometió algunos de sus últimos crímenes.  Hace unos días Facebook cerró otra página: era la página en la que Izquierda Anticapitalista organizaba autobuses a Lisboa para protestar en la cumbre de la OTAN. Unas semanas atrás eran el Bloque Nacionalista Galego y el PSdeG de Quiroga, Ourense, los que sufrían el cierre de su perfil. Por supuesto Arnaldo Otegi no podía faltar a la fiesta y también vio cerrados su perfil y página en Facebook a las pocas horas de abrirlos. Las páginas de apoyo al pueblo palestino clausuradas han sido también varias.

Las excusas son variopintas. No he encontrado las razones que alega Facebook para cerrar el perfil de Manuel Tapial. En el caso de Izquierda Anticapitalista al parecer decían que su código de conducta decía que “se eliminará todo contenido que se considere obsceno, violento, malicioso u ofensivo” (he buscado “Código de conducta Facebook” y sólo he encontrado este grupo de rap). Ese pronombre se (en se considere) sustituye en este caso a la empresa privada Facebook. En el caso de Quiroga parece ser que Facebook consideró que BNG y PSdeG eran demasiado críticos con su alcalde (supongo que se consideraría malicioso). En el de Arnaldo Otegi la excusa rozó lo cómico: como está preso no tiene acceso a Internet (¿por qué los presos pueden leer el periódico pero no acceder a internet? ¿por qué saben en Facebook quién está preso y quién no y en qué condiciones? ¿cómo saben que ZP no le ha puesto wifi en la celda como parte de la nueva negociación?), así que el perfil no lo lleva él personalmente. De ahí se inventan que el perfil lo tiene que llevar en persona uno mismo y se lo cierran.

Unas poquitas empresas privadas, muy poquitas, han conseguido una suerte de oligopolio en Internet: si Google, Facebook o Microsoft deciden impedir que se difundan tales o cuales contenidos pueden conseguir introducir limitaciones de serias consecuencias en la libre difusión de ideas. Precisamente aquello que parecía que habíamos logrado evitar gracias a Internet podría volver a estar en peligro (y de nuevo por dejar en manos de grandes empresas algo tan importante como la libertad de expresión).

Es evidente que en Internet circulan algunos contenidos inaceptables que normalmente están prohibidos pero estas empresas no deberían ser las responsables de que no circulen: si cierran lo inaceptable se les está dando la potestad de decir qué es aceptable y qué no.

¿Que hagan lo que les dé la gana puesto que es su chiringuito? Sí y no. Evidentemente son empresas privadas, pero han conseguido una centralidad en la comunicación que hace que entren en conflicto la libertad de empresa con la libertad de expresión. Este blog lo lee mucha más gente por Google Reader que en la propia página del blog y a ésta accede más gente desde Facebook que desde ningún otro sitio. Hacer política cotidiana hoy al margen de Facebook es como hacerla ayer sin poder imprimir pasquines.

Del mismo modo que una empresa privada no puede discriminar por razones de sexo, raza, etc… éstas empresas no deberían poder decidir qué contenidos son admisibles y cuáles censurables (y censurados). Igual que el cierre de un periódico, el de contenidos en Internet sólo debería ser posiblie cuando lo decidiera un juez: con todos los problemas que pueda suponer eso, es más garantista (y en principio tiene menos intereses) un juzgado que una empresa privada.

Cuando hoy se defiende la neutralidad de la red, este problema también debería ponerse sobre la mesa y asegurar por ley que empresas como Facebook, Google o Microsoft proveen un soporte, pero no discriminarán por ningún criterio político los contenidos que usan tales soportes. Facebook me puede cerrar mi perfil si lo aprovecho para meter un virus en el soporte, pero no debe poder decir si lo que digo, incluido esto, es malicioso u obsceno. Y si eso supone que contenidos ilegales circulan algún día más, recordemos aquellas antiguallas de los derechos garantistas según los cuales in dubio pro reo.

_______________________

También en Tercera Información, El lado oscuro de Google

Si te ha gustado, ¡compártelo!:

Facebook
del.icio.us
Bitacoras.com
Technorati
Wikio
Meneame
RSS
Print
PDF