Este fin de semana se han publicado dos encuestas con un análisis principal: la posibilidad de que el PP consiguiera una mayoría absoluta si se celebraran elecciones hoy mismo. La encuesta de El Periódico de Catalunya daba una asignación de escaños completa (PP: 173-176; PSOE: 131-134; IU: 10-11; UPyD: 4-5; CiU: 14-15; PNV: 5-6; ERC: 1-3; Otros: 5-6). El Mundo se limita a titular: “Rajoy ganaría hoy con una mayoría absoluta superior a la de Aznar”.
Como es sabido (y como es sufrido) en España la legislación fija en la provincia el ámbito que reparte escaños en unas elecciones generales. Por tanto para que una encuesta pueda asignar escaños con más rigor que un parroquiano del Bar Manolo la encuesta debe ser significativa en cada una de las provincias. Por eso casi nunca se hacen encuestas con escaños: hace falta un mínimo de 30.000 entrevistas.
La encuesta de El Periódico se ha hecho con 1500 entrevistas. Es una buena cantidad para fiarnos del resultado en porcentaje de voto para el conjunto del Estado, pero supone una media de menos de 30 entrevistas por provincia. Suponiendo que provincias como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla hayan contado con unas pocas entrevistas más (en Madrid se reparten 35 escaños y tendría su gracia que cada entrevistado supusiera más de un escaño), en provincias menos pobladas se habrá asignado escaños con diez o doce entrevistas. No hace falta ser estadístico para saber que entre las impresiones que sacamos de lo que oímos en el Bar Manolo y esa asignación de escaños no hay mucha diferencia.
Más gracioso es lo que hace El Mundo. En la encuesta electoral no aparece en ningún momento una ficha técnica: no sabemos si la encuesta responde a ciento cincuenta clics en su página web o a veinte mil entrevistas en la calle. Pero el método de intuición de escaños es ciertamente gracioso: como el PP sacaría un porcentaje de voto mayor que en 2000, su mayoría absoluta sería también mayor. Con IU hacen algo parecido: como saca un porcentaje de voto intermedio entre el obtenido en 2000 y 2004 sacaría entre los 8 y los 5 escaños que obtuvo en sendas elecciones. Como si se fueran a repartir geográficamente igual los votos, como si diera igual si el crecimiento de IU (o del PP) fuera homogéneo en todo el Estado o se concentrara en determinadas provincias.
Queda mucho por suceder hasta las próximas elecciones: quedan más planes de ajuste, juicios a los corruptos, elecciones catalanas, presupuestos,… y sobre todo más paro, menos derechos sociales y más movilizaciones. El drama que estamos viviendo no es una cuestión electoral sino de mucho más calado. Estas encuestas no dejan de ser un termómetro de una cuestión tangencial a la crisis. Pero esa asignación de escaños no llega ni a juego infantil que sólo sirve para despistar: se gastan un dinerito en hacer una encuesta y lo tiran por la borda poniendo como titular algo que la encuesta no es capaz de decir. Esos periódicos criticarán luego a otros (ministros, entrenadores de fútbol…) por falta de rigor.
ERRORES: En El Mundo sí aparece una pequeña ficha técnica que no había visto: hay 800 entrevistas. El método de asignación de escaños sí es el que había descrito.
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