Entre divertido y bochornoso es ver cómo se intenta justificar el tijeretazo desde una izquierda de un partidismo clerical y demasiado impudorosa. Habría que organizar un concurso, o una recopilación para publicar un libro de humor: quienes critican son unas ratas, si hay que tomar esas medidas que las tomen los nuestros, esto es como una operación quirúrgica pero después se podrá hacer política social…
Ayer leí sorprendido una espeluznante comparación entre Zapatero y Churchill (nada que ver con la estupenda columna de Juan Carlos Escudier de hoy):
El liderazgo político no es solo prometer y sonreir, también es tomar decisiones difíciles explicándolas a los ciudadanos con claridad, transparencia y sin edulcorantes. Cuando Churchill prometió a los británicos sangre, sudor y lágrimas, estaba preparando ya la victoria sobre la alemania nazi en la segunda guerra mundial.
Sin entrar en el personaje (todo español demócrata debería recordar que Churchill fue el miserable que impidió que Europa ayudara a la República mientras Hitler y Mussolini apoyaban a Franco), el prestigio de Churchill se basa en aceptar un gran sacrificio para luchar contra el fascismo, que fue lo que puso en jaque a toda Europa.
Las medidas adoptadas ayer por Zapatero no se hicieron para luchar contra quienes están poniendo en jaque a todo el planeta (el sector financiero y los especuladores), sino que precisamente son las medidas que los agresores están demandando: es la carnaza que exigen para detener temporalmente su voracidad.
Puestos a comparaciones de ese nivel de histrionismo y sinsentido, el Zapatero de ayer más bien recuerda a Pétain, quien presidió la Francia de Vichy, la colaboracionista, con argumentos parecidos: colaborar con el agresor supondrá daños muchísimo menores. El Churchill mítico, el sugerido en la comparación, pedía un sacrificio para derrotar al enemigo; Pétain apostaba por una colaboración con el enemigo (puesto que para él no era tal) para que éste fuera más amable. ¿A quién se parece más el hombre que anunció las medidas que ayer dejaron tan satisfechos al FMI, CEOE, Ibex 35, banca?
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