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En 2003 estaba vigente entre el PP y el PSOE un acuerdo llamado Acuerdo por las Libertades (sic) y contra el Terrorismo. Ambos partidos fueron de la mano en la aplicación de la teoría bushista según la cual todo valía si se decía que se hacía contra ETA. Durante esos años se aplicó esa parte del bushismo que colocaba en la ambigüedad y la complicidad a quien no estuviera dispuesto a comulgar con la razón de Estado. La aplicaron el PP y el PSOE y todos los medios de comunicación nacionales del momento. Ese clima se interrumpió durante el intento de proceso de paz de la legislatura pasada, pero con su final ha vuelto de lleno. Ese acuerdo no fue matizado ni puesto en crisis por el cierre de Egunkaria: Acebes y del Olmo lo ejecutaron con el aplauso de PP y PSOE, sin la menor crítica de quien hoy es lehendakari (eso sí, el lehendakari de todos, que no se nos olvide, pero que criticó la politización del euskera sin referirse a quienes lo utilizan para la estigmatización de sus hablantes), ni de los medios de comunicación.
Hoy es sonrojante que el PSE se declare satisfecho por una sentencia que muestra que en España se cierran ilegítimamente medios de comunicación y confirma la racionalidad de las sospechas de torturas en España. Más hilarante es el video-blog de Pedro J. Ramírez, entusiasta de las ilegalizaciones, pero que hoy nos dice que él siempre ha dicho que en todo caso delinquen las personas, no las empresas (¿las empresas no delinquen pero los partidos políticos sí?). Para eso mejor callar, como hacen hoy tantas personas que fueron cómplices. Y que aprovechan que el Pisuerga pasa por La Habana para dar lecciones de democracia; y si no pasa por allí, insistimos en que sí pasa y acaba pasando.
Conviene leer íntegra la sentencia para comprender lo que se viene denunciando desde hace tiempo: la sentencia no la ha escrito ningún cómplice de ETA, ningún ambiguo, ningún equidistante. La han redactado jueces de la Audiencia Nacional. En la sentencia se denuncia la estigmatización cultural de lo vasco cuya lengua se considera un síntoma de terrorismo (y lo hicieron las asociaciones ultras, pero también el gobierno español y el juez del Olmo); se añade que es ilegal cerrar un medio de comunicación como si fuera una charcutería; y se denuncia el régimen de incomunicación que permite torturas como las denunciadas verosímilmente por los absueltos.
Ni Martxelo Otamendi ni el resto de dirigentes de Egunkaria pertenecían a ETA. Por tanto, era mentira ese mantra imbécil que se han aprendido quienes quieren mirar hacia otro lado cuando se tortura: “ETA les ha dado la consigna a todos de que denuncien torturas, así que el hecho de que denuncien torturas confirma que son de ETA y que por tanto sólo lo denuncian porque es la consigna que tienen“. Pues no: Martxelo Otamendi, Xabier Oleaga, Txema Auzmendi, Iñaki Uria y Joan Mari Torrealda no cumplieron consignas de ETA como directivos de Egunkaria y por tanto mucho menos como ciudadanos detenidos. La consigna forma parte de la estrategia que todo autoritarismo necesita para que sus cómplices se sientan inocentes: tú no sabes nada, convéncete de que creíste de buena fe en tu gobierno, en la oposición, en la policía y en los jueces.
Ningún ciudadano español, ningún periodista (en esta ocasión no hubo corporativismo)… vio nunca pruebas de que Egunkaria estuviera al servicio de las armas porque tales pruebas sencillamente no existieron nunca. Ningún ciudadano español, ningún periodista tuvo nunca argumentos para pensar que el relato de torturas era falso porque sólo había argumentos para pensar que era verdadero.
El autoritarismo necesita esas conciencias que se sienten limpias pese a amparar la discriminación lingüística, la censura y la tortura. ¿Qué medio de comunicación pide hoy la supresión del régimen de incomunicación que facilita las torturas que denuncian en España la ONU, Amnistía Internacional y que hoy acepta hasta la Audiencia Nacional?
Ya estamos tardando en dar lecciones de democracia a algún país lejano.
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Vale la pena leer algunos textos: Lo que se dijo de Egunkaria el día de su cierre, Mikel Arana, Im-pulso, Luistxo (cuyo blog ha permitido durante todo este tiempo a quien quisiera conocer la patraña ante la que estábamos), Samuel, Paul Rios, Grândola, Ignacio Escolar, Juan Carlos Escudier, Isaac Rosa,…
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