Dos datos (uno genérico y otro concreto) pueden hacer entender qué hacía Eduardo Tamayo en la Puerta del Sol la semana pasada llamando a los medios de comunicación para escenificar un chantaje a Esperanza Aguirre (o me das lo mío o cuento lo tuyo):
-Me contaba hace unas semanas un sociólogo que ha investigado el blanqueo de dinero negro la razón por la que durante la crisis se están destapando tantos casos de corrupción (desde ayuntamientos aislados a Unió Mallorquina, pasando por Jaume Matas y la Gurthel). Es sencillo: no llega para pagar a tanta gente como se había comprado. Y alguna de las personas que no cobra lo que tenía previsto no está dispuesta a tolerarlo y canta. Según me contaba este sociólogo, hasta la crisis era difícil que saltara un caso de corrupción salvo por asuntos de cuernos. El cónyuge ofendido iba al juzgado y contaba los chanchullos para vengarse. El cónyuge corneado no tiene por qué saber demasiado, pero las personas a las que se silenciaba con la promesa de dinero están en el ajo y tienen información que dar a los jueces.
-Eduardo Tamayo no ha estado en España todos estos años. Como El Pocero, Tamayo ha estado en la Guinea Ecuatorial del honrado amigo Teodoro Obiang metido en negocios inmobiliarios: Obiang decidió enladrillar su país imitando el modelo español que tan buenos resultados había dado a algunos bolsillos y para ello tiró de expertos y honrados bolsillos españoles. Curiosamente tanto El Pocero como Tamayo han vuelto pronto a España, posiblemente porque robar a Obiang debe de ser más complicado que vender un paraguas a Noé o por la crisis, que también azota a Guinea Ecuatorial: entre 2003 (año del tamayazo) y 2008 el chiringuito nacional de Obiang había crecido a tasas superiores al 20% anual; en 2008 bajó a un crecimiento del 10% de PIB, pero en 2009 se estima que entró en recesión menguando un 1.8% (es decir, casi un 12% de diferencia en crecimiento en un año y un 25% en dos: con esos números, los poceritos y los tamayitos pueden volverse a su país, que Obiang es generoso, pero no tonto).
¿Tendrá efectos la visita de Eduardo Tamayo a Esperanza Aguirre? Al día siguiente de la visita frustrada de Tamayo a Esperanza Aguirre, ya supimos que Vázquez y Bravo (dos constructores a los que los medios presentan como vinculados al tamayazo) iban a pegar un pelotazo de los de antes en Villaviciosa de Odón y el pelotazo se ha tenido que parar. Es otro dato.
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