Los profesores de economía suelen recordar a los alumnos que, cuando se tienen recursos finitos, hay que optar. Para explicarlo suelen recurrir a la elección entre cañones y mantequilla: no podemos comprar todos los cañones que nos gustaría, ni toda la mantequilla, sino que habremos de encontrar la proporción justa entre ambos a partir de nuestra limitación presupuestaria y de sus precios.
Ese dilema se ha acabado en Haití. Con sorprendente rapidez se nos ha convencido de que la única forma de llevar alimento, agua, construir nuevas casas… en Haití es ocuparlo militarmente, poner un marine en cada casa haitiana y lo demás vendrá sólo. Es una nueva versión del si vis pacem, para bellum: ahora ya no hay que elegir entre cañones y mantequilla, pues si uno quiere mantequilla lo mejor es traer muchísimos cañones.
El modelo no es nuevo pero sí ha limado fallos anteriores. Es lo mismo que vimos en New Orleans cuando el Katrina: allí se puso más énfasis en los incidentes, en los escaparates rotos,… que en el hambre y la desesperación de quienes abrían así las tiendas. Es muy conveniente una lectura del capítulo que dedica al Katrina Pascual Serrano en su libro Desinformación: ahí están los mimbres de lo que está pasando en Haití. Se señalaba continuamente como principal problema una violencia muy sobredimensionada que eclipsaba el problema radical que, además, era la causa de esa violencia. Entonces hubo, al menos, medios que criticaron la gestión de Bush. Y se generalizó el tratamiento racista a esa violencia: en los medios, los blancos hacían acopio de víveres, los negros saqueaban las tiendas.
En Haití sólo hay negros y quien dirige los marines ya no es Bush, sino el bueno de Obama. Así que el consenso mediático está servido. Si alguien rompe un escaparate para poder alimentarse con una comida que se está pudriendo, se habla de delincuencia. La ocupación de marines estadounidense (desplazando a la misión de la ONU dirigida por Brasil) tiene que disparar para poner orden: esos hambrientos no saben lo que les conviene y hay que darles dos hostias antes de darles un bocata. Y si no hay bocata, por lo menos aprenden con las hostias. Total, un muerto más o un muerto menos. Y un país ocupado más o menos.
Sin respuesta alguna se impone el discurso de la ocupación militar. Anuncia EEUU (y los medios de comunicación lo presentan no ya como inevitable sino como una bendición humanitaria) que la ocupación de Haití va para largo.
Acaso cuando el Katrina, tendríamos que haber hecho lo mismo: ante la ausencia de estado y la evidencia de que el gobierno estadounidense era incapaz de socorrer a su población la Unión Europea y/o Cuba (que había demostrado la destreza de su sistema público frente al mismo huracán) deberían haber enviado militares a Luisiana, ocuparla militarmente y canalizar después la reconstrucción de la ciudad, los alimentos. ¿O acaso no es lo mismo? ¿Acaso los negritos de Haití son tan inferiores que ellos y sólo ellos necesitan nuestros cañones porque sin ellos no saben cómo ingerir la mantequilla que, seguro, algún día llegará?
Información Bitacoras.com…
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Chapeau!
Muy buen post, Hugo… pero fíjate que en la opción teórica inicial ya se excluye todo antimilitarismo, porque de lo que se trata, como explicas, es de buscar la combinación justa de de cañones y mantequilla, dando por hecho que los cañones siempre son inevitables… Un saludo.
Pues de verdad, bien está hacerse esa pregunta.
Pero yo me atrevería a decir que de momento lo más URGENTE es EFICACIA, venga de donde venga, para solucionar la gestión del aluvión de AYUDA HUMANITARIA, y de gestíon del Caos allí producido. salud!
Has dado en el clavo, Hugo. ¿Qué no dirían los medios si, en lugar de médicos, Cuba hubiera enviado tropas a Haití? De los médicos cubanos nadie habla, pero, de haber sido soldados, Cuba no sólo habría eclipsado por completo a Haití en los titulares de nuestra prensa, sino que La Habana ya estaría invadida a estas alturas. http://tartardesalmon.blogspot.com/2010/01/haiti-y-el-mundo-libre.html
Hugo me parece que aquí has caído en la más pura demagogia. No hace falta «creerse» una violencia inventada o ficticia, lo podemos ver a diario en los medios, pero es que, además, esta violencia es del todo lógica, no termino yo de imaginarme a dos haitianos cediéndose cortésmente el sitio en la ¿cola, alguien ha visto una sola cola de distribución? para coger los alimentos para su familia:
– Pase usted, querido compatriota.
– No, como dice usted, por favor, siempre detrás suyo.
Allí la gente está DESESPERADA, y las BANDAS CRIMINALES campan sin que NADIE las controle.
La comparación entre la ¿sociedad? haitiana y la usamericana es una tremenda barbaridad, y no se trata de ser xenófobos ni leches parecidas, se trata de comparar niveles de vida o culturales para entender que los excesos que se puedan dar en una y otra exceden de cualquier intento de símil.
Puede ser muy bonito desde la lejana Europa hablar de Imperialismo y bla,bla,bla pero sólo hay que recordar el suceso de los bomberos que tuvieron que salir por patas para salvar la vida dejando medio enterrada a una niña.
¿O eso también fue inventado?.
Shúrik, cuando el Katrina lo que nos contaron era peor aún: violaciones, crímenes… luego se supo que era una exageración cuando no una suma de mentiras.
Las imágenes de las televisiones, efectivamente, muestran algunos disturbios, pero cuando entrevistan a personas que están allí siempre dicen que no es para tanto, que ése no es el problema. Acabo de escuchar, por ejemplo, una entrevista a un marine estadounidense sorprendido por lo bien organizada que está la cosa. Esta mañana un monje español decía lo mismo en RNE.
¿Uno o dos episodios (o diez o veinte) muy duros justifican que el esfuerzo más caro y eficaz sea militar? ¿Por qué no se someten los marines a la autoridad brasileña que es la única autoridad militar extranjera legal que hay en Haití.
Recomiendo absolutamente este artículo: http://www.enriquesantiago.es/?p=231
No es normal el control que han tomado de la isla los americanos, ni cómo están coordinando las acciones.
Pero que quede claro que EEUU solamente ofrece el 2% de su PIB en ayuda a países empobrecidos, frente al 10% que utilizó en rescatar los bancos.
Esperemos que la cosa mejore, pero este segundo terremoto no pone las cosas demasiado difíciles.
Y aún tiene suerte de no tener petroleo… que si no
Hay un texto de Belén Gopegui titulado «sobre la retórica de aristoteles y un caso práctico» donde se compara la respuesta de Cuba y de Estados Unidos a dos Huracanes, el Katrina y uno anterior que barrió la Isla.
Y se analiza como lo contaron algunos medios españoles.
Una vez leido, se entiende un poco mejor porqué estamos aqui, de que y de quién somos cómplices y que estamos haciendo.
Algunas coordenadas.
SOBRE LA RETÓRICA DE ARISTÓTELES Y UN CASO PRÁCTICO
El País, el Katrina, Cuba
Belén Gopegui • Rebelión
Intervención de la autora en el Institut de Cultura de Barcelona el 27 de octubre del 2005
ceronegativo, maldito, me has leído la mente…
Joder Hugo, como sigas escribiendo estos post tan buenos nunca vamos a poder dejar de leer tu maldito blog, nido de rojos y de otras gentes malignas para la humanidad
El otro dia oí de refilón en un telediario que entre la flota que EEUU ha enviado a Haití hay algún submarino que otro ¿Que función humanitária o de seguridad van a cumplir?
No quiero erigirme ahora en defensor de los marines ni mucho menos. Pero lo evidente (al menos para mí) es que en una situación de caos y anarquía (de la mala) donde los violentos campan a sus anchas sin control ni muro alguno, la situación de la inmensa mayoría de la población sólo iría deteriorándose progresivamente, al tiempo que los grupos de ayuda correrían cada vez mayor peligro. Los yanquis, como siempre, aplican sus métodos, y los aplican draconianamente (hoy se han oído numerosos testimonios de bomberos ya regresados quejándose de las medidas norteamericanas que no los dejaban trabajar prácticamente) pero es evidente que ALGUIEN tiene que IMPONER la paz en la zona.
Personalmente me habría gustado infinitamente más que hubiesen sido 10.000 soldados españoles los que hubiesen ido en lugar de los yanquis. No hay color. Pero, en todo caso, creo que nadie más se ha ofrecido para cooperar.
Yo soy de los que se apuntan a las teorías conspirativas, pero pretender que la única finalidad de los USA es dominar al país más pobre de Amérika es llevar las cosas a un sitio donde no lo pillo, realmente no lo pillo.