Ayer notifican a un ciudadano honrado que tiene veinticuatro horas para depositar un millón de euros por llamar corrupto a un corrupto. Se arma el escándalo.

Esta mañana explican: «No, hombre, fue un error informático: por llamar corrupto a un corrupto sólo tienes que depositar diez mil euros: ha sido un error informático ¿Cómo va a ser tan alta la fianza que pedimos a un alcalde que defiende a su pueblo de semejante tipejo»

Y claro, a uno se le queda cara de alivio. Y le cuesta reponerse hasta que se da cuenta de que sigue siendo infame que nadie tenga que pagar por defender a su pueblo de las garras de un corrupto. Que le pongan al Pocero una fianza de una puta vez, por destrozar un pueblo, por perseguir a un alcalde honrado.

Es como si a uno le amenazan con matarle por ser homosexual y luego le dicen que no, que sólo van a ser diez años de cárcel. Como para dar las gracias.

La jueza sólo ha demostrado con esta equivocación que, además de defender a los corruptos de los alcaldes honrados, es una incompetente de tomo y lomo.