Pero la noche es interminable cuando se apoya en los enfermos
y barcos que buscan ser mirados para poder hundirse tranquilos.
Federico García Lorca, Luna y panorama de los insectos, Poeta en Nueva York
La Junta de Andalucía va a abrir la fosa común en la que los investigadores dicen que probablemente arrojaron el cadáver de Federico García Lorca los fascistas que lo asesinaron a él y a otras personas que lo merecían tan poco como él. Los familiares de esas otras personas quieren mayoritariamente encontrar el cuerpo de sus asesinados, saber qué les hicieron y dar al cuerpo el destino que la familia decida. Para ello hay que hacer análisis de ADN. Y la Junta de Andalucía ha decidido que sólo cotejará el ADN de aquellas personas cuyos familiares lo piden. Como Federico García Lorca no dejó descendencia, la decisión corresponde a unos sobrinos que quieren que sigamos sin saber si el cuerpo de Lorca está allí, ni cómo lo asesinaron y que, de estar allí, se quede el cuerpo enterrado anónimamente.
Varios son los argumentos en contra de asumir lo que dice la familia, desde el escaso grado de parentesco, hasta la repercusión académica que tiene conocer los hechos que sucedieron a una de las figuras más míticas de la historia de la cultura española y universal. Parecería sensato que si se supiera dónde está el cadáver de Mozart se investigara qué enfermedad lo mató o incluso de qué tamaño era su cerebro porque sería un conocimiento al que la humanidad tiene derecho, sin que se nos ocurriera que un lejano pariente pudiera impedir que lo obtuviéramos (aunque hay excepciones: hace unos años Juan Carlos de Borbón no autorizó que se tomaran pruebas del cadáver de Carlos I para investigar si había muerto de gota, de malaria o de gripe A N1H1… y se respetó su decisión en tanto que descendiente).
Sin embargo, lo que más llama la atención son las distintas varas de medir que se usa con el destino a dar a los asesinados. No siempre se respeta la voluntad de las víctimas ni de sus familiares. Cuando el Estado considera que son los muertos de todos organiza funerales de Estado incluso contra el deseo de las familias: las víctimas del 11-M tuvieron un funeral de Estado católico (conforme al carácter confesional de nuestro Estado) a pesar de que las familias de varias de esas víctimas nunca hubieran autorizado un rito ajeno a las ideas y creencias propias y del fallecido. Pero son funerales de Estado y se entiende que la razón colectiva está por encima de las legítimas inquietudes individuales: se decidió las familias no podían hurtar al conjunto de los españoles manifestar su luto por una muerte que trascendía la esfera familiar (acaso el problema incuestionable sea pensar que una misa católica es el cauce a dar al luto colectivo de una sociedad que no es uniformemente católica y que mayoritariamente no acude a misas).
Hay funerales de Estado porque hay ocasiones en las que el Estado se arroga un dolor que se entiende que es colectivo. No hay desenterramientos de Estado porque se entiende que es un dolor familiar, no una herida colectiva que necesite cuidados colectivos. La familia decide, porque el Estado ayuda a la familia en un dolor que no considera colectivo, sino sólo de esas pobres familias.
¿Por qué una viuda no puede decidir si Rouco celebra su funeral y unas sobrinas sí pueden decidir que nos mantengamos en la ignorancia del crimen fascista de un mito de la literatura universal como Lorca?
En este caso, de todas formas, bien podrían traducirse los versos de Lorca citados arriba por una noche interminable y muertos que buscan ser encontrados para poder (por fin) morirse tranquilos. Si eso puede ser interpretado como un testamento, no hay sobrino que lo revoque.
Disco estupendo el de Morente y los lagartija.
Dices «Hay funerales de Estado porque hay ocasiones en las que el Estado se arroga un dolor que se entiende que es colectivo».
Yo más bien diría que hay funerales de Estado porque la Iglesia no quiere perder cuota de mercado, que se dice ahora, y esa es una publicidad inmejorable para ellos, incluso en un pais que no va mayoritariamente a misa.
Aurora, yo creo que esa es la razón por la que los funerales de Estado son católicos. Podría haber funerales laicos como forma del Estado de generar una identidad nacional en torno a héroes o mártires civiles ¿no?
De todas formas yo estoy en contra de que haya funerales de Estado ( http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/archives/981 ), pero sobre todo, que no me vengan a decir que se hace lo que digan las familias, porque no es así.
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Pero la noche es interminable cuando se apoya en los enfermos y barcos que buscan ser mirados para poder hundirse tranquilos. Federico García Lorca, Luna y panorama de los insectos, Poeta en Nueva York La Junta de Andalucía v…
estas seguro que juancar es descendiente del emperador??
No, descendiente no es. Es heredero, llevas razón. Debería ser uno de tantos herederos, pero se respetó su decisión, pues fue él quien vetó la apertura del sarcófago (aunque parece que cuando encontraron un trocito del meñique del emperador permitió, generosamente, que se investigara):
«Así que cuando, ya retirado y establecido en Ronda -donde fue alcalde del PSOE entre 1983 y 1987- leyó el trabajo científico de un colega estadounidense capaz de trabajar con tejidos momificados, rehidratándolos, se le ocurrió la posibilidad de estudiar la momia imperial -«yo sabía que estaba momificado, por aquella foto»- y buscar en ella el parásito de la malaria.
No fue posible. El rey Juan Carlos optó por no autorizar la apertura del sarcófago para obtener las muestras. Y Julián de Zulueta aparcó su sueño de parasitólogo con curiosidad por la historia.
Hasta hace apenas dos años, cuando la casualidad se puso de su parte. «Estábamos en El Prado, era una exposición sobre el retrato. Alguien comentó algo de uno de los cuadros y yo intervine. Y de repente oigo que me llaman: ‘¡Julián, pero hombre! Si llevo acordándome de ti todos estos días!’ Era el responsable de Patrimonio, con quien yo había tratado cuando tuvimos que pedir el permiso para la momia. Estaba eufórico. Me contó que habían sabido que había un dedo meñique del emperador Carlos V fuera del sarcófago, en una urna de la sacristía de El Escorial. Así que de nuevo se abría la posibilidad de hacer el trabajo».»
http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/busca/malaria/momia/emperador/Carlos/V/elpepirdv/20060803elpepirdv_1/Tes?print=1