Entre las vulneraciones de derechos fundamentales denunciados ante la Misión se encuentran violaciones del derecho a la vida, a la integridad y libertad personal, a la libertad de expresión, así como restricciones indebidas a la libertad de circulación, enmarcado todo ello en un contexto de clara persecución política que afecta especialmente a dirigentes políticos y sindicales, defensores y defensoras de derechos humanos, líderes sociales, periodistas, ciudadanos y ciudadanas extranjeras, y en general a toda persona que manifieste públicamente su apoyo al Presidente Manuel Zelaya y/o su oposición al golpe de Estado. En esta situación hemos documentado más de cien personas.

Informe de la Misión internacional de observación sobre la
situación de los derechos humanos en Honduras (informe completo en pdf)

Hace ya mas de un mes del golpe de estado en Honduras. Este mes y pico ha demostrado que Zelaya llevaba razón: eran necesarias unas cortes constituyentes para llevar a Honduras a una democracia en la que fuera el pueblo el que mandara. Este mes ha permitido ver que el régimen hondureño estaba en manos de quienes prefieren violar toda clase de derechos humanos antes que permitir que el presidente consulte a su pueblo si quiere que se convoquen elecciones a cortes constituyentes. El pueblo hondureño sólo pudo acercarse a la dignidad gracias al transfuguismo de su Presidente, surgido de un partido del poder y que (¡por una vez las personas cambian a mejor!) decidió que éste le correspondía al pueblo.

Muchos de los episodios que estamos viviendo en Honduras nos los sabemos de memoria.  No es rara la reacción que suscitan las bases estadounidenses que Uribe pretende colocar en el corazón de las revoluciones populares bolivarianas: ya sabemos cómo acaban los cuentos que así comienzan.

Puede que en Honduras estemos ante una insólita soledad del golpe de estado, que no estaría apoyado por la Casa Blanca (ojo, no digo que no esté apoyado por EE.UU.; digo que no parece estar apoyado por Obama). Sin embargo, la autoridad golpista de Honduras juega con la baza del tiempo y el chanchullo electoral. Si llega a noviembre y convoca unas elecciones el golpe tiene el éxito asegurado: a la ausencia de libertad política se añadirá el mensaje nítido de que o se vota lo que hay que votar o viene la bota militar a poner orden.

Los hondureños ya intentarán evitar que pasen los días sin recuperar su dignidad popular: es la razón por la que hoy pretenden marchar sobre Tegucigalpa y San Pedro Sula convocada por el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado.

Desde fuera también se puede hacer algo. Debemos exigir a nuestros gobiernos que apuesten enérgicamente por la restitución de Zelaya como única salida aceptable por la Comunidad Internacional, lo que implica la ausencia de reconocimiento de todo proceso electoral que se dé sin la previa restitución de la democracia y los derechos humanos. Más que nada porque es lo que nos están pidiendo las víctimas del golpe en Honduras, que no es Zelaya, sino el pueblo hondureño, condenado a revivir una historia que queríamos definitivamente enterrada desde 2002.

Via Campesina ha convocado para hoy un Día Global de Acción por Honduras. En Madrid habrá una nueva concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores a las 12.30 exigiendo que endurezca su posición contra el régimen golpista hondureño. En respuesta a la convocatoria de Vía Campesina, desde ayer y durante todo el día de hoy cientos de blogueros españoles (singularmente los agrupados en I Love IU, pero seguro que muchos más) gritaremos al mundo que da igual cuántos días pasen: seguiremos recordando que en Honduras hay un gobierno legítimo expulsado que tiene que regresar y una autoridad golpista impuesta por las armas para que el pueblo no pudiera hablar que tiene que ser depuesta y juzgada.