Esta semana no ha podido ser más densa para Izquierda Unida, que se ha sometido a sus primeras pruebas de fuego tras la IX Asamblea. El martes aparecía Cayo Lara en Tengo una pregunta para usted y el jueves se iba Rosa Aguilar a Tengo una consejería para usted.

En el primer caso la nota fue alta según todo el mundo: los oyentes que llamaban a las (pocas) tertulias que comentaron el tema y los comentarios de los lectores en los diarios digitales se dejaban llevar incluso por el entusiasmo hacia el coordinador de IU, hasta entonces desconocido para el gran público. Los nuevos rumbos de Izquierda Unida y la clarísima voluntad de poner a ésta por encima de posiciones personales o de pequeñas diferencias políticas quedó de manifiesto cuando el propio Eberhard Grosske, que se postuló para el cargo que hoy ocupa Cayo Lara, escribió expresamente para felicitarse por la actuación del coordinador de toda Izquierda Unida en el programa. Junto con él fueron decenas los apuntes de blogueros y blogueras aplaudiendo al coordinador y los comentarios en sus blogs mostraban que no era un triunfalismo injustificado.

Con todo, la prueba de fuego se produjo ayer, con la estampida de Rosa Aguilar. E Izquierda Unida respondió como una piña, olvidando viejas rencillas y poniendo a IU por encima de divisiones internas, alianzas políticas e incluso amistades personales. Inmediatamente después de conocerse la situación, nuestro diputado, Gaspar Llamazares, rechazó la actitud de Rosa Aguilar contundentemente uniendo su voz en una sola con la de Cayo Lara. El propio Grosske volvió a escribir demostrando su lealtad hacia Izquierda Unida y poniendo todos los puntos sobre las íes de la marcha de la cordobesa. Ines Sabanés escribió también un texto que seguro que le fue muy difícil en lo personal, pero que evidencia de nuevo su más que demostrado compromiso con Izquierda Unida. Finalmente muchos que somos ajenos a IU Abierta tuvimos una inmensa alegría al ver la impecable reacción de la sensibilidad interna, que fue mucho más leal con Rosa Aguilar que Rosa con ella. Desde todos los rincones de IU entendimos perfectamente que no era un conflicto interno en Izquierda Unida, sino un conflicto personal de Rosa Aguilar con toda Izquierda Unida.

En un momento que pudo haber sido muy duro y difícil, Izquierda Unida se ha mostrado más unida que nunca. Todas las partes y personas que tienen algo que decir en IU han mostrado que ese proyecto colectivo está muy por encima de los proyectos personales y/o parciales.

Dicen que lo que no mata engorda. La marcha de Rosa Aguilar no ha conseguido matar a la Izquierda. Así que habremos de suponer que nos ha engordado.