Los farsantes del año

Cada año la revista Time nombra a un personaje del año. Es una chorrada amarillista, pero lo hacen. El año pasado decidieron nombrar personaje del año mediante votación por internet. Los lectores comenzaron a votar y pronto se vio quién iba a ganar: Hugo Chávez sacaba bastante distancia al segundo. Algo inaguantable para una revista de bien. Así que esta gente decidió que los lectores eran muy importantes, pero que sus opiniones eran un tanto perversas, por lo que hicieron una pirueta que fue muy celebrada. En vez de nombrar personaje del año a quienes decían los internautas, nombraron personaje del año a los propios internautas: puso en la portada una silueta de un rostro con un papel plateado que hacía las veces de espejo. ‘You’ era el personaje del año. Con todo el morro. Este año han decidido no pillarse los dedos y, antes de permitir a los internautas darle el premio a algún miembro del Mal, han decidido concedérselo a algún pacífico ejemplar de la Democracia: Vladimir Putin.

Podían habérselo concedido a las víctimas del té con polonio, a las periodistas tiroteadas en su ascensor, a los chechenos machacados, al propio Kasparov… Si Hugo Chávez tuviera el historial de Putin, hace años que Venezuela hubiera sido arrasada por las tropas del Bien: al no hacerlo sólo nos hemos permitido fomentar golpes de Estado. Como convoca elecciones limpias, permite la disidencia, reconoce las derrotas electorales cuando se producen… Chávez es un dictador, mientras quien cierra todas las opciones políticas a la oposición, envenena, tirotea y encarcela a quienes no le bailan el agua y convoca elecciones como el Caudillo convocaba referendos es el hombre del año.

Pocos conocen que en Rusia hay una ley contra los radicalismos que prohíbe a los políticos criticar al gobierno: si usted quiere hacer una campaña electoral en Rusia tiene que hacer, por ley, campaña en positivo, porque la crítica destructiva fomenta el radicalismo. No hace falta irse a Venezuela: ¿qué pasaría con la oposición española si tuviésemos una ley de este tipo? ¿en qué lejano campo de concentración estarían encerrados? ¿Cuándo va a decir Miguel Bosé la imbecilidad de que no actuará en Rusia hasta que desaparezca el hombre del año?

El cúmulo de mentiras que se han vertido para satanizar a Chávez ha hecho especialmente evidente la hipocresía con la que miran muchos al exterior. A Chávez hay que mandarle callar, llamarle fascista (‘nazi de izquierdas’ le llamaron en la SER), mientras abrazamos a tiranos saudíes, chinos, rusos y libios. Del mismo modo, quienes llaman populista a Chávez hablan de Sarkozy como un personaje mediático.

Son unos farsantes. Pero son nuestros farsantes.