De la encuesta del CIS que se hizo pública ayer es difícil sacar conclusiones electorales salvo que es prácticamente imposible que haya un gobierno del PP dentro de un año, pero eso ya lo sabíamos todos.
Son algunos datos más pequeños los que llaman la atención.
Por ejemplo, la imagen de Rajoy: posiblemente sea la primera vez que el líder de uno de los dos grandes partidos queda por detrás en valoración de un portavoz nacionalista. Y también por detrás de Llamazares, aunque esto no es una novedad absoluta: en la primera parte de los noventa Anguita era el político más valorado en todas estas encuestas, aunque lo bueno del caso de Llamazares es que claramente está mejorando su imagen pública. Pero ser superado por un político nacionalista en el país del ‘prefiero una España roja a una España rota’ dice mucho de Rajoy y también dice mucho de Durán i Lleida. Hay más: el PP tiene, según la encuesta, un 37% de intención de voto. Pues bien, entre el conjunto de los españoles Rajoy genera poca o ninguna confianza al 74.6% y mucha o bastante confianza al 21.5%. Es decir: suponiendo que ese 21.5% a quienes el títere Mariano les inspira confianza fueran todos votantes de su partido, aproximadamente el 40% de quienes tendrían la intención de votar al PP no tienen confianza en Mariano Rajoy. No es raro, pues, el ruido de sables en la calle Génova.
Otro apartado curioso es el religioso. Ahí la encuesta sólo hace un par de preguntas, pero ello nos permite hacernos una composición de lugar de la capacidad de presión del clero: el 19.2% se declara ateo o no creyente (sabe Dios qué diferencia habrá entre unos y otros, porque si no lo sabe Él…). Podemos evaluar la capacidad de seducción de la Iglesia con el cumplimiento de las obligaciones religiosas de los feligreses: pues ahí, la suma de quienes dicen ir a misa ‘casi todos los domingos y festivos’ (12.48%)y los que aseguran que van ‘varias veces a la semana’ (1.79%) queda cinco puntos por debajo (14.2%) del número de no creyentes. El resto se declara católico pero vive cómodamente al margen de la Iglesia, a la que parecen ir para bodas, bautizos, comuniones y funerales. Ese dato debería estar muy presente cada vez que la Iglesia quiera presionar al Estado: son fanáticos, sí, pero son muy pocos, cada vez menos.
Por último, lo que quizás más llame la atención es la diferencia entre España y los españoles. Se pregunta en la encuesta cuál es el principal problema que tiene España. El primero es el terrorismo con un 23.6%; el segundo con un 14.4% el paro; el tercero (14.1%) la vivienda y el cuarto la inmigración (11.6%). Pero poco después se pregunta ‘cuál es el problema que a Ud., personalmente, le afecta más’. Y aquí el orden es otro: Vivienda (16.6%), problemas de índole económica (11.3%), paro (10.2%), la calidad del empleo (7%), inseguridad ciudadana (5.3%), pensiones (5.2%) y terrorismo (5.1%). Esto dice mucho de cómo la agitación permite agigantar problemas, mientras que el silencio sobre algunos problemas hace que se observen como problemas individuales y no como evidentes conflictos sociales. Las pensiones son el principal problema de España para el 1.3% de los encuestados; sin embargo son el principal problema propio para el 5.2%; el terrorismo es el principal problema de España para el 23.6% mientras que personalmente lo consideran su principal problema el 5.1%. También la inmigración parece un problema importante para España (11.6%), pero no tanto para los españoles (4%). La economía irá muy bien, pero los principales problemas que tiene la gente son los económicos. Quizá esas tablas (las de los principales problemas de España frente a los principales problemas de los españoles) sirvan para entender hasta qué punto puede calar una distorsión de la realidad si se construye un abstracto metafísico (la Nación) pero es más ineficaz cuando se baja a lo concreto, a los problemas de cada uno. La economía de los españoles va mal: los españoles lo saben; pero ello parece perfectamente compatible con que la economía de España vaya bien. A mí que me lo expliquen.
Por lo demás, el PSOE saca tres puntos y medio al PP, Izquierda Unida sube al 6.1%…