Es imposible saber ahora cuánto durará el tema, pero parece evidente que la catastrófica decisión del todavía Fiscal General del Estado de secuestrar El Jueves ha permitido que, de una vez, salgan a la luz muchísimos posicionamientos contrarios a la Monarquía en general y a la Casa Real que no podemos dejar de financiar en particular. Ayer sorprendió una noticia según la cual once ayuntamientos andaluces han presentado un manifiesto en el que piden la apertura de un proceso constitucional que traiga la Tercera República; conocimos también ayer un texto de Iñaki Anasagasti en el que descargaba su justificada ira contra el Borbón a partir de la censura de la viñeta (por cierto, el texto de Anasagasti me ha recordado una anécdota que contó Javier Ortiz hace años y que podéis ver bajo el título El puro del Rey); ha habido una corriente de simpatía hacia El Jueves materializada en las iniciativas de Punto Rojo en favor de la revista y de Jaume D’Urgell (que será juzgado en octubre por reemplazar una bandera rojigualda por una tricolor); Escolar ha colgado una encuesta (de esas que se ponen para que los lectores reafirmen lo que piensa uno) preguntando a la gente si prefiere una monarquía o una república con el esperable resultado (a estas horas 57% República 4% Monarquía), mientras publica el post de Anasagasti tras haber sido claramente contrario a la censura de la portada (desde que sabemos que Nacho Escolar dirigirá el nuevo periódico que salga en otoño todos sus posicionamientos los vemos pensando en cómo será tal periódico, obviamente). Además, no os podéis imaginar la cantidad de visitas que ha tenido este blog tras meter en google ‘iii república’, ‘tercera república’, ‘3ª república’… Muchas más que otras veces y no ha parado una semana después del caso.
Desde que tengo memoria no ha habido una corriente de opinión contraria a la monarquía tan fuerte y tan abierta como la que se ha producido en estos días. Posiblemente no dure… pero también cabe la posibilidad de que sí dure. Lo que sí queda claro es que hay un montón de gente que tiene en la cabeza la Tercera República española como alternativa razonable y sensata al sustento de una anquilosada familia de parásitos y a la democracia de baja intensidad.
Sería el momento de aunar esfuerzos, de abrir la iniciativa de los alcaldes andaluces para que no sirva sólo para una foto de gente afín, sino que facilite la integración de los diversos republicanismos que hay en el estado. Asimismo sería estupendo que los dos únicos grupos que se reclaman claramente republicanos (IU y ERC) tomaran esto como prueba del tirón popular de la opción republicana y machacaran en el Congreso con preguntas sobre la transparencia económica de la Casa Real.
Es el momento, en fin, de aprovechar la situación para situar encima de la mesa el debate sobre la Tercera República. Es, también, el momento de plantearnos preguntas para que el futuro no nos pille en pelotas. Por ejemplo, sería muy útil preguntarnos (para estar preparados): si mañana muere Juan Carlos de Borbón, ¿qué hacemos?