Una de las ideas que más fuerza ha perdido en las elecciones de ayer es la de una izquierda monolítica; por el contrario, aparece en el mapa una izquierda incuestinablemente plural y que castiga mucho más el autoritarismo que las disputas internas.
Quien esté haciendo una lectura sólo en clave bipartidista (el PP gana en votos al PSOE, pero el PSOE en concejales al PP) está perdiendo de vista que lo que hay es una reestructuración en el mapa electoral de la izquierda: es lo que permite que vaya a haber más gobiernos autonómicos en manos de las izquierdas, y que no aparezca ninguna mayoría absoluta de izquierdas nueva. Con resultados como los de ayer, el PP va a tardar muchísimos años en gobernar, porque la pluralidad de izquierdas ganan a la derecha monolítica por una enorme diferencia y el PP contamina a quien pacta con él, pues todos sus aliados son fuertemente castigados en las urnas; el PP sólo podría gobernar si consiguiera cerca de 170 diputados, y los resultados de ayer le colocan infinitamente lejos de ello. Probablemente mañana sea el día de examinar los resultados del PP.
En general, han ganado infinita presencia las izquierdas pequeñas (pequeñas hasta ayer), pero además, son proyectos plurales los que más suben: el paradigma es Nafarroa Bai, pero las alianzas de izquierdas diversas se han dado por todo el Estado con notable éxito y capacidad para impulsar gobiernos municipales. La subida de Izquierda Unida también es una estupenda noticia para forzar pactos de izquierdas que hagan políticas de izquierdas.
Los votantes izquierdistas no sólo han trasladado el mensaje de la pluralidad entre las fuerzas de izquierdas, sino también han reconocido a las fuerzas que mantienen la pluralidad interna y ha sido castigado quien ha tomado decisiones importantes de forma autoritaria: un caso evidente es Madrid. Hace pocos meses se decía por todas partes que Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid se estaba suicidando por no acatar con sumisión decisiones internas que la militancia consideraba injustas. Mientras, en el PSOE, se nombraba por decreto un candidato al ayuntamiento desde las alturas de Ferraz. Pues bien, el resultado electoral ha sido muy revelador: Izquierda Unida ha subido, en general, en Madrid (con bajadas allí donde es más monolítica) y el PSM se ha pegado un enorme batacazo.
Tomen nota quienes defienden para según qué la pluralidad y el diálogo. La mayoría social de izquierdas que nítidamente se plasmó ayer en las elecciones se gestiona tomando en cuenta su pluralidad, se construye desde sus bases, toma sus decisiones mediante el diálogo, la participación y la democracia interna. Quien quiera sacar lecciones en la izquierda de lo ocurrido ayer, que no las saque mirando a su derecha, sino mirando a su izquierda.
(reproduzco más o menos lo escrito en el blog de Cotarelo porque tengo prisa para irme a clase)
Si con toda la maquinaria del PP activa -con la política antiterrorista y Navarra casi como único eje de campaña- ha llegado a estos resultados tienen un problema para plantear las elecciones generales. Tienen movilizada ya a su gente y dudo que pueda rebañar más votos si siguen en esta línea -y a estas alturas ya es difícil que puedan desviarse de esta senda-. Por parte de la izquierda -sobre todo desde el PSOE- «sólo» tienen que movilizar a esa parte del electorado que se ha abstenido en estas elecciones, y ahí estará la clave durante estos meses. Está claro que con el miedo al lobo no se logrará, por lo tanto… toca fomentar la creatividad.
Me sentí gratamente sorprendida con los resultados en Galicia por lo que supone. El sector que llevaba barruntando esto desde hace ya unos años están que ni se lo creen, y no me extraña. Mención especial a Ourense, ciudad por la que tengo una preferencia especial
Referencias obligadas, por lo que suponen, son Navarra (está claro que el miedo al lobo no funciona), Baleares (a veces los pufos se pagan, aunque haya luego casos en los que por mucho que se haga, nada. Ahí están Andratx y Castellón) y, por supuesto, Madrid. De verdad que no entiendo lo que ocurre en esta ciudad ni en la Comunidad (donde sólo se mantiene firme el «cinturón rojo», sin Móstoles otra vez). Mi único consuelo es que Gallardón y Aguirre tienen ya la fuerza suficiente para echar el aliento al cogote de Rajoy, por mucho que ayer salieran todos al balcón de Génova como los amigos más íntimos del mundo.
Por lo demás, señalar que de nuevo (y empieza a preocuparme) estuve de acuerdo con Blanco cuando dijo que, exceptuando Madrid, el PSOE había arrasado en el resto del Estado. Con pactos, que es lo que interesa en política, sobre todo en un país en el que uno se toma la mayoría absoluta como si fuera el alquiler de un chiringuito que gobierna como le parece.
Si, todo está muy bien trenzado, pero las elecciones las ganó la abstención…»plural»
Carmen, es cierto que los resultados del PP hacen imposible su gobierno el año que viene (es evidente que crecerá la participación en generales en Cataluña, por ejemplo, y la cuestión de pactos la tienen imposible), pero también es verdad que tenemos un problemón social. Como mañana escribiré al respecto, no me voy a chafar el post.
«conspicuo», sólo un matiz: yo no he dicho que haya «ganado» lo que he llamado «la izquierda plural»: en los debates y en las elecciones no creo que sea muy serio hablar de ganadores, salvo para la lógica bipartidista. En todo caso, es cierto que los abstencionistas militantes tienen razones para estar muy contentos por sus resultados, siendo conscientes de que como irónicamente dices, la abstención es plural.