Por pura casualidad acabó hace unos días en mis manos la revista Tiempo de 30 de noviembre de 1992. Hay muchas curiosidades en ella, pero me llama especialmente la atención una entrevista a Corcuera, por entonces Ministro de Interior. Al parecer, pocas fechas antes se había detenido a una parte importante de la cúpula de ETA, lo que propició que Corcuera fuera moderadamente optimista: “Debemos ser prudentes y responsables. Hay que evitar manifestaciones triunfalistas por bien que vayan las cosas (…) Todo ello, junto a la acción policial nos permite decir que se empieza a ver luz al final del túnel. No voy más lejos porque estoy convencido de que el terrorismo todavía nos hará sufrir”. Si bien el tono de la respuesta es prudente, podemos tener claro, quince años después, que el contenido sí era triunfalista.Lo importante de estas declaraciones no es que sean una metedura de pata de Corcuera, sino que delatan lo que ha sido una constante en el combate de los distintos gobiernos hasta la fecha: el vender que lo de ETA estaba a punto de caer, que era cuestión de pocas detenciones más. Pasó, lo vemos, con Corcuera, y pasó durante todos los gobiernos de Aznar. Mayor Oreja prometió en 1996 que en un lustro ETA sería Historia. Sus sucesores mostraban la evidencia de que, tras haber desarticulado a tal o cual comando, o a una porción importante de la cúpula, a ETA le faltaba un pequeño empujón para caer por el precipicio. El mejor ejemplo de este tipo de propaganda lo tenemos en el tramo en el que Acebes fue Ministro del Interior. Durante los últimos meses de su mandato ETA decidió no asesinar a nadie y Acebes (y sus innumerables corifeos) nos explicó que si ETA no mataba, era porque no podía. Pero hete aquí que el 11 de marzo se produce un gigantesco atentado terrorista y Acebes no se acuerda ni un solo instante de que ETA ya no podía matar. Perdidas las elecciones nos cuentan dos historias contradictorias según de qué estemos hablando: si hablamos del 11-M “eso no lo pueden haber hecho cuatro moritos (sic) de Lavapiés, porque el 11-M exige una ingente infraestructura que sólo tiene (la) ETA”; si hablamos de ETA “(la) ETA estaba muy debilitada, casi derrotada, gracias al gobierno del PP, pero Zapatero les ha dado oxígeno y ahora están envalentonados”.
Siempre la misma cantinela. ETA está a punto de ser derrotada, aunque es muy fácil matar, así que no se fíen de sus observaciones y confíen en la autoridad: ETA está a punto de ser derrotada. Y ETA sin ser derrotada tantos años después. Doy por hecho que la cantinela es una mera estrategia propagandística; que la cúpula de Interior sabe perfectamente que hay cientos de jóvenes con voluntad de sustituir a los etarras que vayan siendo detenidos o muertos y que ETA es una expresión criminal de un problema social mucho más profundo que no se va a arreglar con cuatro detenciones ni con cuatrocientas.
Sigamos igual. Detengamos la semana que viene a José Ternera y digamos a la gente que eso ya sí que es el fin de ETA. Y que no se fijen en Irlanda, que eso no tiene nada que ver con el País Vasco; y que no se fijen en lo que dijeron otros ministros del pasado, que eso no tiene nada que ver con el presente.
Que no piensen, vaya.
Calla, calla, que he cometido el imperdonable error de ver un poco del debate de Buruaga en Telemadrid y he tenido que quitarlo porque mi hígado amenazaba con escaparse. Pufff. Menuda tropa! Isabel Durán, por ejemplo, intentaba arremeter contra los partidarios de la separación de poderes y el respeto a la independencia judicial con un bonito «hay pruebas fehacientes de que lo que digo es cierto», para después soltar todo un rosario de apreciaciones que hay que creerse porque ella es así de estupenda y tiene una credibilidad intachable. Como intachable ha sido Carmen Tomás diciendo que De Juana, dos días antes de ser trasladado a Donosti, se «tiraba a su novia en la ducha» y nunca habiá hecho huelga de hambre, como han dicho policías. Impresionante documento, de veras. Ni una prueba. Nada. Solo la fe. Así nos luce el pelo, claro.
P.D. Espero que algún día esta fauna -digo los que opinan apelando a la fe y poniendo el duda el sistema- pida disculpas y jamás vuelvan a trabajar como periodistas, porque hace mucho tiempo que dejaron la información para centrarse en la propaganda. Lícito, claro, pero que se autodenominan propagandistas.
[…] al ser humano entre sus factores han llevado inexorablemente al fracaso. En 1992 Corcuera anunciaba la luz al final del túnel en la lucha contra ETA, en esos mismos años se vaticinaba un problemón para las pensiones en estos años que vivimos […]