Vaya por delante que no tengo muy claro por qué el Estado debe pagar un gran sondeo como el publicado ayer por el CIS (como en todas las elecciones) apenas dos semanas antes de que obtengamos esos mismos resultados en las urnas y sin margen de error ni indecisos por coincidir la muestra de estudio con la población real. Sí que hay un sentido de esas encuestas que es la obtención de datos sociológicos útiles para los científicos sociales (cruzando datos como el voto y la clase social, la edad, los valores o los estudios), pero probablemente para ese resultado sería mucho mejor hacer las encuestas las semana previa a las elecciones, pues el voto decidido estaría mucho más consolidado.

Tengo claro que el resultado de las elecciones será conocido el 27 de mayo y que variará, por ejemplo, si hay una participación del 75% o del 60%. La suerte no está echada (ni para bien ni para mal); la suerte hay que currársela. Sin embargo las encuestas sí marcan tendencias y parece que en todas partes se consolidan quienes están en el poder salvo en Canarias, Baleares y Navarra, donde la derecha podría perder el poder. Si creyéramos a pies juntillas en algunas propuestas de causalidad social, pensaríamos que los desmanes urbanísticos sólo se cobran en votos cuando uno gobierna unas islas: en Madrid, Murcia o Valencia, como sucediera previamente en Marbella, el descarado mafioseo (cuyas guindas son hasta la fecha los desmanes que vamos conociendo del vicepresidente de la Comunidad de Madrid –que insiste en no dimitir-, y la “oferta que no podrán rechazar” los valencianos hecha por Ecclestone) no sólo no cuesta votos, sino que reafirma a los gobernantes; en cambio, en las dos comunidades insulares, ésa parece ser la causa de la caída de la derecha inmobiliaria. Para estudiar qué peculiar mecanismo social hace que puedan seguir teniendo apoyos (incluso crecientes) estos gobiernos sí que sería imprescindible un buen estudio sociológico del CIS.

Las encuestas no sólo muestran tendencias, sino que las refuerzan: es seguro que las encuestas de ayer debilitarán más las posiciones de quienes aparecen como perdedores en cada lugar, por la tendencia (que no consigo entender, pero que al parecer es real) de apuntarse al caballo ganador. De todas formas, de consolidarse los resultados, tendría una infinita alegría por el resultado de Navarra, que tanto nos beneficiaría a todos. Pero esperemos: hasta el 27 de mayo (o más allá) analizar resultados no es más que un juego sin base real.

NOTA Me encanta que IU-CM se haga eco en su vídeo electoral de la lucha que hemos mantenido los vecinos de Chamberí contra el campo de golf “Ignacio González”: si algunos dirigentes (Gaspar Llamazares, Enrique de Santiago, Inés Sabanés o la estupenda Concha Denche) ya habían pasado por algunas de nuestras manis vecinales, el hecho de que el vídeo lo recoja justifica la utilidad de la militancia política.