Van ya, al menos tres manifestaciones convocadas con idéntico eslogan, desde presupuestos idénticos y, claramente, impulsadas desde los mismos ámbitos. En ninguna de las tres se han producido alteraciones del orden público, con peligro para personas ni bienes, lo cual hace pensar que en la cuarta que haya tampoco lo habrá. Antes de cada manifestación la Audiencia Nacional (es decir, Garzón) ha llamado a los convocantes para amenazarles con que si se salían del guion actuaría la maza de la justicia sobre ellos. Pero, como los tribunales aplican la ley y sólo la ley, es de esperar que, ahora que ya podemos deducir que en la cuarta manifestación no habrá las citadas “alteraciones del orden público, con peligro para personas ni bienes” Garzón, ni ningun otro juez (ni las asociaciones que se definen como constitucionalistas) llamarán a declarar a nadie, pues optarán por dejar que se aplique la Constitución Española, que dice en su artículo 21.2:
En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.
Es decir, ninguna autoridad, ni juez tiene que “autorizar” una manifestación, sino que los convocantes comunican que se van a manifestar y la autoridad no tiene nada que decir salvo casos en los que existan esas razones fundadas. Dado que no es el caso, seguro que nadie hará nada en la cuarta manifestación de ese tipo.