Según reveló Público ayer en la última Ejecutiva Federal Zapatero pidió que en la complicidad del gobierno con los crímenes de Mohamed VI no hubiera discrepancia alguna: «Nunca os pido disciplina, pero ante este asunto sí la reclamo«. Otro dirigente del PSOE no se identifica pero sí se desnuda: «Hay que buscar equilibrio entre los principios y los intereses» aunque hasta ahora parece que el equilibrio consiste en sobredosis de intereses ocultos y ausencia total de principios conocidos. El mismo sábado Marcelino Iglesias pedía «contención a las dos partes«: suponemos que al gobierno marroquí le pide contención en el matar y al pueblo saharaui contención en el morir; y al pueblo español contención en el vomitar.

También pidió Zapatero empatía con el gobierno marroquí: hay que ponerse «en el lugar de Marruecos«, que si ve que critican sus crímenes en el Sáhara ocupado puede sentirse molesto por la injerencia (sic). Como si reconociéramos que El Aauín estuviera bajo soberanía marroquí… como de hecho hizo ese ministro al que fichamos  hace dos semanitas porque era un gran comunicador: «No podemos olvidar que la admisión en territorio forma parte de lo que se llama el núcleo duro de la soberanía de un país«, dijo Ramón Jáuregui. Mierda, el gobierno sigue explicándose tan mal que se le entiende todo.

Vaya, vaya: además de someter unos supuestos principios bajo unos intereses del todo desconocidos nos inventamos una legalidad internacional ad hoc. A qué nos recordará eso de poner toda reclamación de cumplimiento de los derechos humanos al servicio de la geoestrategia (ese palabro que siempre es reemplazable por ponerse al servicio de los criminales poderosos del planeta en vez de junto a sus víctimas). Quién habrá explicado antes que nos guste o no lo que hacen hay que estar al lado de nuestros aliados, sean éstos Bush o Mohamed VI. «Marruecos es una gran prioridad, es una prioridad extraordinaria para nuestra seguridad y para la seguridad del conjunto de Europa» decía ayer Marcelino Iglesias; «España es un socio leal a Estados Unidos» declaraba Aznar al asegurar que apoyar el genocidio en Irak haría que EEUU ayudara en la lucha contra el terrorismo de su gobierno.

No pongo en el mismo lugar a Aznar con respecto a Irak y a Zapatero con el Sáhara Occidental. Aznar fue uno de los máximos impulsores de una matanza que defendió en todos los organismos nacionales e internacionales. Zapatero simplemente mira para otro lado ante otra matanza y se resiste a pronunciar esa palabra, «condeno», que parece lavar todo pecado y cuya ausencia suele ser muestra de contaminación por el crimen. Aznar merece un paso por prisión duradero por haber sido impulsor de una masacre; Zapatero sólo merece el desprecio de los defensores de los derechos humanos.

Lo que sí ha hecho Zapatero es cruzar un rubicón de imposible vuelta atrás. Aquel presidente que nos ilusionó a muchos retirando las tropas de Irak sin mirar a quién pudiera incordiar ha quedado definitivamente enterrado. Ya no se oculta que el mismo presidente que antepone mercados a la ciudadanía es quien no moverá un dedo contra crimen alguno si eso afecta a intereses obscenamente escondidos. Le falta la vanidad de Aznar pero se ha colocado claramente en esa trinchera moral de los hombres de Estado que saben moverse con inteligencia y responsabilidad por el tablero internacional. Con o sin foto, Zapatero ya ha hecho su viaje a las Azores. Pronto nos llamará ingenuos o dirá que ladramos nuestro rencor por las esquinas.

______________________________

Una pregunta que me hago: ésta foto que descubrió ayer Alvic, ¿es un fake o es que esta señora es realmente así?

[Esta página es sólo una copia de seguridad de mi blog Quien mucho abarca. Por lo visto, Tercera Información ha sufrido un ataque bastante serio por lo que ha estado caído unos días y ahora sólo queda por recuperar los blogs. Mientras esto pase actualizaré directamente aquí. En cuanto se recupere Tercera Información volveré al blog de siempre]